“La edición es un mundo apasionante con muchísimas posibilidades que pueden hacer crecer la obra”
Roberto Massó (Cáceres, 1987) es uno de los nombres fundamentales del dibujo y el cómic actual. Con un trabajo muy experimental y una visión muy amplia de esta disciplina, este artista se muestra interesado en llevar el cómic al formato expositivo y crear narraciones sin necesidad de páginas o viñetas. Así pudo verse recientemente en la sala Santa Clara de Mérida, en la exposición “Secuencia y cadencia”, realizada gracias a las ayudas a artistas visuales de la Junta de Extremadura.
Formado primero en ilustración y más tarde en Bellas Artes, Roberto Massó ha crecido artísticamente sin duda gracias a su estrecha vinculación con el mundo de los fanzines y la autoedición. La investigación en torno al lenguaje y al propio concepto del cómic es para él más importante que la historia o el guión. Su último trabajo, “Cadencia“, editado por Fosfatina, apura los límites del cómic creando una obra abstracta y conceptual en torno a las posibilidades narrativas del tiempo y el movimiento, una idea que ya había explorado en proyectos anteriores como “El ruido secreto”.
Para quien no te conozca, ¿podrías definir brevemente tu trabajo?
Trabajo con el dibujo, casi siempre a través del cómic y con la idea de narrar o de usar sus recursos específicos. No tengo un estilo demasiado definido, creo que lo que une mis distintos proyectos es la idea de experimentar a través de la gráfica y el concepto.
Estudiaste ilustración y más tarde Bellas Artes, curiosamente especializándote en escultura. ¿Qué te ha aportado esta formación a tu trabajo posterior?
La formación te da tiempo y experiencias para ir aprendiendo. No es ni mucho menos obligatoria pero yo intenté disfrutar ese proceso. Empezar por ilustración me hizo llegar a bellas artes un poco menos verde e ir buscando las cosas que más me interesaban. Hice escultura porque pensaba que era la especialización en que más iba a aprender sobre desarrollar proyectos e ideas.
Soy de una idea amplia de cómic: creo que hay cómics abstractos, cómics que se fijan en otras artes como la poesía o el diseño y cómics anteriores a lo que se consideran sus inicios


Tu carrera está plenamente orientada hacia el mundo del dibujo y del cómic. ¿En qué momento te diste cuenta de que éste era el camino que querías seguir? ¿Cuáles eran tus referentes en este ámbito?
En mi caso siempre he dibujado, aunque nunca le he dado mucha importancia porque lo más relevante es lo que hay detrás: las ideas y lo que quieres transmitir. Como referentes podría decir muchos artistas famosos pero me ayudó mucho más la gente cercana de los fanzines y el cómic.
Lanzaste tus primeros proyectos gracias a la autoedición eligiendo el formato del fanzine. ¿Sigues apostando por la autoedición? ¿Crees que estamos viviendo una nueva etapa de auge de los fanzines?
Los fanzines han sido muy importantes en mi formación y lo siguen siendo. Son un espacio de libertad creativa muy interesante. Siempre he pensado que hacer fanzines es como montarte tu propia exposición, desarrollar un proyecto y enfrentarlo al público y a ti mismo. Hay cierta idea de auge de los fanzines, a mí me vale sobre todo a nivel personal. Toda la gente que he conocido y con la que he compartido esa escena me llena mucho.

Tus últimos trabajos han sido publicados en formato libro por algunas editoriales de cómic independiente, ¿sigues implicado en todo el proceso de edición, tipo de papel, tintas…?
En mi trabajo es fundamental involucrarme en ese proceso y normalmente se toman decisiones de ese tipo casi a la vez que se piensa el proyecto. La edición es mundo apasionante con muchísimas posibilidades que pueden hacer crecer la obra. También es bueno rodearte de gente con experiencia y que formen parte del proyecto como editores o diseñadores gráficos.
Tu manera de entender y trabajar el cómic se aleja de lo convencional: no sigues un estilo definido, estás más centrado en la investigación y experimentación en torno al lenguaje que en la historia o la narración y en algunos proyectos has llegado a incluir dibujos recortables o aproximarte al concepto de álbum ilustrado. ¿Podrías decirnos qué es el cómic para ti?
Creo que es un lenguaje, un medio donde el dibujo y la secuencia son parte fundamental. Soy de una idea amplia de cómic: creo que hay cómics abstractos, cómics que se fijan en otras artes como la poesía o el diseño y cómics anteriores a lo que se consideran sus inicios.
Hemos visto que buena parte de tu trabajo se desarrolla a través de la edición pero no has abandonado el ámbito expositivo. ¿Abordas los proyectos de manera muy diferente dependiendo de si se mostrarán en una sala de exposiciones o en un formato fanzine o libro?
Las ideas son las misma, cambian los formatos por lo que hay repensar y adaptar conceptos. Últimamente me interesa la idea del cómic en el formato expositivo, cómo narrar o secuenciar sin la página, que sería la unidad clásica del cómic junto a la viñeta.

Dos de tus proyectos, “Cadencia” y “El ruido secreto” exploran el movimiento. En el primer caso de una manera abstracta, sólo con líneas, y en el segundo reinterpretando un baile de Loïe Fuller. ¿Puedes hablarnos más sobre ellos?
“El ruido secreto” es un cómic donde intento narrar y secuenciar lo que hacía Löie Fuller en el escenario. Tiene ciertos recursos sensoriales para representar el movimiento pero están dentro de una historia. “Cadencia” es un proyecto en el que cojo todos esos recursos específicos, que llevaba tiempo practicando en fanzines, y los presento como tal. Creando una obra muy sensorial donde llevo al límite la sensación de movimiento en el cómic.
¿De qué manera ha influido internet y las redes sociales en la difusión de tu trabajo?
Me ha servido para conocer a gente y tener un contacto más directo con artistas que muchas veces se han convertido en amigos. Luego la parte de la difusión es un poco rara y está en un plano donde nunca se muy bien que si hago bien las cosas o no. Es una herramienta.

A principios de año pudimos ver una exposición tuya en Mérida tras recibir una ayuda de la Junta de Extremadura. ¿Cómo ves el panorama artístico de Extremadura? ¿Tienes previstos nuevos proyectos aquí?
Este tipo de ayudas son fundamentales para poder desarrollar ciertos proyectos y no depender de terceros económicamente (galerías, editoriales…). “Cadencia” es un ejemplo de proyecto que sin una ayuda no se podría haber realizado, puesto que es una propuesta muy arriesgada para el circuito comercial del cómic. Tengo la suerte de que la Editorial Fosfatina (Vigo) es una apasionada de este tipo de obras y se involucró al 100%. El proyecto creció y mejoró mucho gracias a ellos.
Sobre la exposición, me gustaría moverla a más ciudades pero por ahora no hay nada cerrado. Actualmente estoy terminando un nuevo cómic, con encargos de ilustración y compagino con la enseñanza.
Foto de Roberto Massó: María Ramírez
Más información sobre Roberto Massó:
https://cargocollective.com/robertomasso
https://www.instagram.com/r.masso/
Soy historiadora del arte y trabajo en comunicación de arte y museos y en gestión de proyectos y exposiciones. He colaborado con ARCOMadrid, LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, Museo Vostell Malpartida y CAC Málaga.
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